El ámbito de actuación se encuentra en el entorno del Turó de la Peira. La parte alta es el parque urbano más antiguo del distrito y se trata de una frondosa pineda natural. El proyecto tiene en consideración este factor y lo toma como premisa de una propuesta centrada en dar continuidad al parque, buscando la mejora de los servicios y la calidad paisajística del entorno. Entendemos el espacio ajardinado como elemento estructurados del conjunto. Por eso la reordenación se centra en generar el máximo de espacio verde urbano compactado el edificio. Liberamos suelo urbano verde para generar relación entre las diferentes calles vinculadas a la parcela y al acceso al centro deportivo. La propuesta es un corredor verde des del Turó hasta la Plaza Sóller y el Parque Can Dragó que naturaliza la ciudad.
El basamento con la playa de la piscina construida en hormigón armado se sitúa en la planta inferior de la isla respectando la Calle Sant Iscle. Por encima de este nivel, en contacto directo con la Calle Sant Iscle (PB), el edificio construye con estructura de acero las zonas comunes de acceso, hall, control y vestidores. En primer nivel se sitúa la pista deportiva que se confecciona según una solución constrictiva ligera de acero, racional, sencilla e integrada en el entorno. Una fachada vegetal autosostenible rodeará la malla metálica del gimnasio ofreciendo una mejora acústica y racional con el corredor verde.
Esta estrategia por un lado vinculará la planta de acceso del centro del parque y por el otro estimulará una integración con el entorno propia de una ciudad densa, eficiente y naturalizada como Barcelona.
Emplazamiento: Turó de la Peira, Barcelona
Estatus: Competition
Cliente: BIMSA