Línies Dures

El 1985, Carles Martí y Xavier Monteys publicaron un artículo titulado «La línia dura», con el cual presentaban el número de despedida de la revista 2C. Este texto hacía un recorrido por el trabajo de un grupo de arquitectos —Hannes Meyer, Hans Wittwer, Marte Stam, Johannes Duiker o Evan Owen Williams, entre otros— que durante los años treinta, en el seno del movimiento moderno, priorizaron los problemas constructivos frente a las justificaciones estéticas. Martí y Monteys acuñaron incluso una nueva categoría para referirse a estos autores y a sus obras, a los cuales denominaron «el ala radical del racionalismo».

Parafraseando el título de aquel artículo, podríamos aventurar que, entre 1949 y 1974, se llevó a cabo en Barcelona un conjunto de propuestas desde el campo de la arquitectura, el diseño y el urbanismo que, vistas en perspectiva, constituyen «líneas duras» respecto a las tendencias hegemónicas de cada periodo, un tipo de tradición no siempre subrayada —quizás pendiente de recuperarse en el futuro— que ofrece tres rasgos esenciales: el intento de abrir las disciplinas a unos nuevos usos colectivos y unos paradigmas que evolucionaran las retóricas formales de cada momento; la superación del proyecto como simple metodología teórica y su transformación en herramienta con la cual comprender y mejorar la esfera pública; el enfrentamiento a los conflictos ciudadanos sin el uso de fórmulas corporativas, modelos preformateados o soluciones ejemplarizantes.

Esta muestra reúne 29 casos de estudio ordenados cronológicamente y reconstruidos mediante documentos, textos e imágenes que, en su mayoría, se enseñan por primera vez dentro de un contexto expositivo.