La instalación expositiva desarrollada conjuntamente con la curadora Martina Millà y presentada en la Fundació Joan Miró pone el foco en la fascinación que Paul Klee sentía por la observación de la natural y sus derivadas artísticas. Su interés y curiosidad por la flora, fauna, los paisajes, el origen de la forma y expresión artística desde su época de formación hasta su última etapa.
La naturaleza como recurso expositivo, como motivo de inspiración, es el hilo conductor de la exposición que se articula a través de diferentes elementos geométricos que nos van descubriendo el espacio a la vez que los secretos de la naturaleza de Klee .
La disposición estratégica de cada uno de estos elementos geométricos puros nos dirige y define el recorrido paisajístico de la exposición a través de su forma, color y materiales.
Cada uno de estos elementos es un diálogo equilibrado entre las obras de Klee y el cromatismo minucioso y estudiado de la exposición que busca explicar y definir los cuatro ámbitos en los que se divide.